¿Tienes un examen o un control a la vuelta de la esquina? ¡Es hora de repasar! Para facilitar la memorización, cada uno desarrolla sus propias técnicas. Y sea cual sea el método, hay una regla universal: hay que escribir las cosas a mano para comprender y asimilar plenamente los conceptos complejos. Saca tus fichas, bolígrafos y rotuladores, porque te vamos a dar tres técnicas para repasar tus lecciones de forma eficaz.
Todo comienza con la toma activa de notas.
Antes de pasar a la fase de revisión, ¡no olvides que tomar apuntes durante la clase es fundamental! La memorización comienza con la escucha activa y la transcripción, especialmente para aquellos que prefieren escribir a mano. Por ejemplo, se recomienda no escribir palabra por palabra lo que aparece en la pizarra o lo que explica el profesor. El proceso de memorización comienza cuando se procesa la información por primera vez, por ejemplo, reformulándola o resumiéndola. Tomar notas visuales con bolígrafos o rotuladores de colores también te ayuda a interiorizar la lección y a empezar a formarte una mejor representación mental de la misma. En resumen, no tiene sentido hacer bonitas fichas de repaso si no has prestado atención en clase 😉
Cabe señalar que, aunque tomar notas en un ordenador es muy eficiente y práctico para compartir información, no permite una asimilación tan buena como la escritura a mano. Por lo tanto, recomendamos seguir este paso, ya sea durante la clase o al repasar.
Técnica #1: Crea flashcards divertidas.
Olvídate de las aburridas sesiones de repaso solo en tu escritorio y prueba las sesiones en grupo utilizando tarjetas didácticas que tú mismo hayas creado. El principio es sencillo: escribe en unas tarjetas los puntos esenciales que debes recordar para el examen. En el anverso de cada tarjeta hay una pregunta y en el reverso, la respuesta. Este formato te obliga a ser conciso y a centrarte en un concepto cada vez. Escribir las tarjetas te anima a repasar los conceptos tratados en clase y a convertirlos en un cuestionario interactivo. Es ideal para conocimientos que hay que memorizar (por ejemplo, fechas históricas, listas de vocabulario, etc.).
Para hacer tus tarjetas didácticas, elige cartulina y recorta tarjetas pequeñas, similares a las de los juegos de mesa. Para facilitar la lectura, escribe las preguntas con un rotulador o un bolígrafo de punta ancha, como un V Sign. Puedes utilizar códigos de colores para clasificar las preguntas según temas específicos.
Una vez que tengas las tarjetas listas, empieza practicando por tu cuenta antes de ponerte a prueba en grupo. Como bonus para añadir un nivel de dificultad, pon un temporizador e intenta responder al mayor número de tarjetas posible en un tiempo récord.
Técnica #2: Escribe resúmenes
Aunque crear fichas es una técnica eficaz para prepararse para los exámenes parciales, resulta útil principalmente para trabajar conceptos sencillos. Para un aprendizaje más denso y complejo, pueden ser necesarias otras técnicas que permitan profundizar más.
A menos que seas un fanático acérrimo de los repasos de última hora, es posible organizarse a lo largo del semestre o del año para repasar las lecciones a medida que avanzas. La idea es muy sencilla: tómate el tiempo necesario para escribir resúmenes de los principales temas tratados a medida que avanzas. De esta manera, no solo trabajarás tu capacidad para sintetizar información, sino también tus habilidades analíticas, al reformular con tus propias palabras lo esencial de lo que has aprendido en clase. Hacer este ejercicio con regularidad también te permite adelantarte a tus revisiones finales, ya que tus apuntes se preparan poco a poco.
El material adecuado para este tipo de notas de revisión: utiliza siempre cartulina gruesa, bolígrafos borrables Pilot FriXion para poder reformular y corregir, y, por supuesto, unos cuantos rotuladores fluorescentes para poder encontrar la información principal de un vistazo.
Técnica #3: Invertir los roles profesor / alumno
¿Y si una de las mejores formas de recordar lo esencial de una lección fuera enseñársela a otra persona? Si puedes explicar claramente los conceptos clave de una materia determinada a otra persona, ¡significa que la dominas! Así que adelante, ponte el sombrero de profesor y diviértete reescribiendo tus lecciones como si las estuvieras compartiendo con tus alumnos imaginarios. ¿Por dónde empezar? ¿Cuál es la información más importante que hay que recordar? ¿Cómo puedes explicar un concepto concreto en términos sencillos? Todas estas son preguntas que debes hacerte para obtener una perspectiva diferente sobre el tema que estás revisando.
Además de reforzar tu comprensión de la materia al ponerte en el lugar del profesor, esto te permite identificar cualquier elemento que aún no te quede claro o cualquier punto que necesite aclaración… ¡esta vez con tu profesor real!
Bonus: los imprescindibles para escribir tus apuntes de repaso
Céntrate en repasar, ¡nosotros nos encargamos de proporcionarte los materiales adecuados! Aquí tienes algunos elementos esenciales que debes meter en tu estuche cuando te prepares para un examen:
- uno o varios bolígrafos borrables Frixion. Si te gusta que tus fichas sean muy visuales, elige diferentes colores.
- un clásico como el G-2, para deslizarte por el papel durante horas
- un rotulador VSign para títulos y fichas
- unos rotuladores fluorescentes VLL para resaltar lo esencial